La Furia Española volvió a hechizar al mundo con su eficaz sistema y estilo para seguir reinando en Europa, mientras los Azurros nos refrescaron con un nuevo estilo y propuesta.
La Selección de España, vigente campeona mundial, revalidó su título de también monarca del Viejo Continente al vencer a una refrescada Italia en la gran final.
Es sin duda, la mejor generación futbolística que ha ostentado este país que debió sufrir décadas de grandes promesas y expectativas hasta finalmente alcanzar los títulos soñados. Claro, ahora los españoles parecen no estar dispuestos a fácilmente ceder su monopolio en el fútbol.
A decir verdad, nosotros no nos molestamos pues este combinado ha impuesto una Era con su perfeccionamiento del llamado 'fútbol total', aunque no es el equipo perfecto y a veces hasta se le complican las cosas (como en el empate a 1-1 frente a Italia en el primer partido del grupo), o recibe muchas críticas por no utilizar regularmente un sistema con "9"... Pero lo cierto es que la estructura del éxito la ha montado de esa manera, la misma del Barcelona.
En este torneo fue de menos a más -quizás por la enorme presión de que todos le quieren vencer- sin embargo, ya para cuartos de final despachó con autoridad a uno de mis favoritos, Francia.
En semifinales se topó a los portugueses que poco a poco han ido tomándole el pulso al estilo español pero al final los vencieron en definición por penales.
Y en la gran final el rival fue Italia, un histórico, y aunque el triunfo fue inobjetable de 4-0, el marcador fue también reflejo de jugar con uno más pues hasta el minuto 63 el marcador decía 2-0 (*sale lesionado Thiago Motta, Italia ya había realizado sus 3 cambios).
Máximos méritos para España pero aprovecho para destacar la labor de Italia en llegar a esa final cuando realmente pocos le prestaban atención de cara al torneo.
Gran parte del gran momento italiano se debe a su técnico Cesare Prandelli quien, sin grandes nombres, ha inyectado en este equipo un aire fresco en estilo de juego, más dinámico, presentándose inclusive con la opción táctica de 3 ó 4 en el fondo, creando un fútbol más abierto y tratando de dejar atrás la vieja escuela italiana. Le viene bien afianzarse al cambio de página a la Azurri y, a veces no sirve experimentar en media competición (*revertió a su histórico estilo frente a Croacia (1-1) y se vio mal).
Pero en los partidos grandes, Italia lució lo nuevo: frente a Inglaterra en cuartos -vía penales, y en semis a Alemania (experimentó con alineación titular y pagó caro) le ratificó que sigue siendo su 'Bestia Negra', con una demostración de clase y fino manejo de los tiempos...
Más allá de los finalistas, hubo cosas que destacar y otras que reprochar, a nivel individual y de equipos...
Previo al certamen había anunciado como mis favoritos a Francia, Alemania, y por ahí España o Inglaterra. Bien, mi decepción fue precisamente el equipo inglés que aunque se fue invicto y eliminado por penales, quedó nuevamente en el camino de las altas expectativas y aquella sensación de que este equipo podría dar mucho más. También, debo admitir que esperaba más de la República Checa, un equipo al que he aprendido a apreciar y seguir en estos torneos. Por su parte, estoy seguro de que muchos apuntarán a Holanda como gran decepción, pues en efecto, el subcampeón del mundo quedó debiendo una vez más pero en mi caso ya no lo veo como decepción porque nunca le puse altas expectativas para este certamen.
A nivel individual, fue un gusto haber disfrutado del mejor momento y la experiencia del 'Maestro' Andrea Pirlo, quien a sus 33 años dio cátedra de control y 'manejo de hilos'. Y claro, tuvo broche de oro con ese cobro de penal frente a Inglaterra en cuartos de final.
Me quedará en memoria también el penal de Sergio Ramos -cobro similar a Pirlo- en la definición de cuartos frente a Portugal, para ahuyentar los fantasmas de la última Champions...
Además, fue maravilloso ver y disfrutar los goles, quizás por última vez en estos torneo de selecciones, de dos de los mejores delanteros de los últimos tiempos, Ibra y Sheva, frente a frente en duelo de matadores. Para el ucraniano significaba mucho jugar este torneo en casa antes de su inminente retiro.
Disfruté mucho el certamen de cada cuatro años, y al final quedan las memorias de grandes goles y triunfos, así como de yerros y decepciones en la cancha...
Aplauso para quienes llegaron a instancias finales, para Italia por presentar un aire de cambio en su escuela táctica, un estilo más abierto y refrescante, una nueva identidad espero...
Y claro, aplauso de pie para esta generación de España, que ya sea con Aragonés o Del Bosque, sigue imponiendo récords y ya ha marcado una Era en beneficio del buen fútbol...