Recientemente España agotó sus últimas -y máximas- esperanzas de seguir con vida en la Champions League.
Sin duda, ha sido un duro golpe para el fútbol español, especialmente si tomamos en cuenta que eso ha servido a la vez como un voto de poder y de confianza para la fuerte representación italiana en el más prestigioso certamen.
* Randall Álvarez, UEFA Champions League en ESPN.
El fútbol italiano, tan criticado hace algunas campañas por su bajo rendimiento a nivel continental, parece haber superado ese proceso de transición, y ya desde la temporada 2002-03 -cuando 3 semifinalistas fueron italianos- comenzó a recuperar el terreno que había cedido a los españoles.
Ahora los que sufren son los de "la otra Liga".
El Deportivo de la Coruña ha tenido un serio bajón y no es ni la sombra de aquel "EuroDepor" que en su momento lucía como uno de los cuadros más equilibrados del mundo.
Algo similar ha afectado al Valencia cuyas dos finales perdidas en la Champions aún no se olvidan a pesar de haber sido posiblemente el mejor equipo del mundo la temporada pasada.
¿Y la debacle del Barça y el Madrid? ¡Ni hablar!
Esta decadencia sin duda tiene sus repercusiones a nivel monetario, y las pérdidas de uno, son ganancias de otro...
Entonces, una vez más la atención del mundo vuelve sus ojos al Calcio y los protagonistas de la Serie A toman fuerza en este negocio llamado fútbol.
Suenan las campanas y se iluminan rótulos de mercado de un balompié que intenta archivar y superar los problemas financieros que dieron paso a la recesión italiana de las últimas campañas.
Con esto, lo que quiero destacar es que las fuerzas del mercado futbolístico se alistan para que el fútbol italiano sea una vez más el núcleo de poder.
El éxito que eventualmente podrían llegar a tener los equipos italianos esta temporada (tienen grandes posibilidades), abre las puertas para que el factor económico no tarde en verse beneficiado. El resto es una reacción en cadena que se puede anticipar.
Este proceso o tendencia es algo natural en un deporte tan universal como el fútbol donde quienes que mueven las piezas son siempre las mismas ligas, aunque se alternen entre ellas por intervalos.
Así, podemos recordar como la bonanza del fútbol italiano en la segunda mitad de los 90s (3 finales consecutivas de Juventus) tuvo su final, y esa atención y poder adquisitivo pasó al mercado español a principios del nuevo milenio (4 equipos españoles en finales del 2000, 2001, 2002) y marcó el inicio de una severa crisis financiera para varios clubes de Italia.
Esto es parte del vaivén que existe entre estas dos ligas, donde el éxito de una a la postre termina transfiriéndose a la otra, creando este constante proceso de intercambio de poderes y prestigio.
Los que marcan el paso son los equipos que han obtenido algún éxito recientemente.
Así, el Milan es protagonista en la actualidad por haber sido campeón en el 2003 y por haber mantenido su ritmo con el Scudetto la pasada temporada y como actual co-líder del Calcio.
Por eso, podemos anticipar que este equipo dictará la pauta en el próximo proceso del mercado veraniego.
Actualmente, algunas señales o síntomas de estos movimientos son las recientes especulaciones de que algunas grandes figuras (por no decir Galácticos) podrían llegar a Italia en un futuro cercano.
Uno de los últimos rumores pone a David Beckham en las filas del cuadro rossonero a cambio, supuestamente, de Massimo Ambrosini, quien goza del visto bueno de Sacchi y cuyo contrato vence en 2006, por lo que se puede asumir su salida en junio.
Con esto, el Milan piensa en el éxito financiero de mercadeo que le ofrece "Mr. Posh" mientras que el Madrid, cede ese poder de venta a cambio de intentar recuperar algo de éxito en el terreno de juego (piensa en Ambrosini para llenar al vacío del medio campo que Gravesen no llenó).
Por ahora son rumores y habrá que ver si en efecto se llegan a hacer realidad.
Pero como dicen por allí "cuando el río suena..." y el negocio del fútbol va en serie y ahora parece que tiene una importante parada en la ciudad de Milano si es que en realidad llega Beckham.
Su posible llegada no sería ninguna sorpresa, y a pesar de que él y su esposa Victoria han dicho en repetidas ocasiones que están contentos en Madrid, solo basta recordar el paso del máximo peregrino de marketing del Manchester United hacia la capital española, donde parece ya haber cumplido su ciclo y su misión de ayudar a la causa de las finanzas merengues, aunque futbolísticamente no alcanzara el éxito deseado.
Pero seamos claros, el éxito moderno de un equipo de fútbol se mide por su cuenta bancaria.
Entonces el éxito en la cancha hay que complementarlo con el crecimiento y la solvencia económica.
Por eso, el próximo paso de Becks bien podría ser el Milan, que ya colocado como uno de los equipos más ricos del mundo, busca consolidar su imagen en mercados como el asiático a base de ventas.
¿Y quién mejor para vender que David Beckham?
Más que el beneficio individual del equipo hay que anticipar lo que esto representaría para la Lega Calcio en su eterna lucha con la Liga Española por mantener la ventaja en prestigio, imagen y poder adquisitivo.
Con el potencial éxito que ofrecen los equipos italianos esta temporada, ya se comienzan a ver los movimientos de anticipación y de apertura de un nuevo ciclo en el mercado del próximo verano en la Serie A.
* Randall Álvarez, UEFA Champions League en ESPN.